Del Perón-Perón al Santa Evita: otro escándalo en restaurantes que usan la cultura peronista

Gonzalo Alderete Pagés es un cocinero salteño, que estuvo al frente del restaurante Perón Perón entre 2010 y 2018 hasta que una pelea y acusaciones cruzadas con su ex socio Daniel Narezo lo alejaron del trabajo que lo acercó al peronismo. 

Se reinventó junto a la psicóloga y chef, Florencia Barrientos Paz abriendo el año pasado el restaurante Santa Evita, que promete poner en medio del selecto barrio porteño de Palermo, a «la cocina del trabajador, la comida de abuela» con una cierta impronta feminista resaltando la figura de Eva Duarte. 

Recolectaban buenas críticas culinarias, incluso en medio de la pandemia dieron una entrevista a la BBC contando cómo logran sobrevivir a la crisis económica generada por la pandemia, hasta que nuevamente se presentó el escándalo en forma de denuncia de sus empleados.

Aseguran que la pareja de dueños usurpan las banderas del peronismo y «se mofan de cada una de las conquistas que les corresponden a los trabajadores». 

Según el comunicado, el restaurante facturó en mayo, en plena pandemia, más de 1,1 millones de pesos, con sus 6 empleados ingresados en el programa de Asistencia a la Producción y al Trabajo, sin pagar alquiler ni entregar facturas. «Sólo el 25 de mayo vendieron más de 180.000 pesos.», pero ni aún así habrían logrado negociar con los abogados que pusieron sus empleados para regularizar la situación.

Denuncian desde problemas con el pago de los salarios, retención de los recibos de sueldo, hasta con las condiciones de seguridad e higiene: «A pesar de la alta tasa de rentabilidad del restaurant, pagan tarde, mal y de menos cada vez que pueden. Además, incumplen las recomendaciones sobre limpieza, prevención y seguridad poniendo en riesgo a trabajadores y clientes.»

A esto se suman irregularidades varias que cuentan desde bastante tiempo antes de la pandemia: «No recibimos los aumentos dados por ley en agosto de 2019 y nos deben feriados y el bono que el gobierno concedió como aumento a cuenta de paritarias en enero. Tampoco nos pagan la Obra Social desde febrero.»

Otra denuncia es relativa a un dinero generado a través de una venta especial promocionada como para pagar salarios, que se habría quedado: «Se publicitó y vendió un locro para pagar los sueldos adeudados los dueños se guardaron el dinero adulterando la solidaridad del público que respondió masivamente al mensaje.

Y cierran: «Les trabajadores del Santa queremos mantener el trabajo y cobrar el sueldo que corresponde. Nos defiende en esta lucha el estudio de Héctor Recalde. Tenemos pruebas de los embrollos que denunciamos y daremos pelea en defensa de la justicia y de nuestras familias.»