De la “revolución de la alegría” a la “revolución del trabajo»

Mauricio Macri anunció en conferencia de prensa la entrada en vigencia de un acuerdo para la explotación del yacimiento de energías no convencionales de Vaca Muerta, sobre la base de una reducción de la cantidad de trabajadores, reducción de salario y jornadas laborales de 12 horas. “Esto va a ser una verdadera revolución del trabajo”, afirmó el Presidente.

El nuevo convenio laboral que Macri presentó y celebró en su primer acto público del año suprime varios beneficios laborales. Entre otras cosas, elimina el adicional que cobran los trabajadores por el tiempo que lleva el viaje desde sus hogares hasta los pozos.

Las petroleras podrán reducir la cantidad de trabajadores por equipo de perforación, decidir cuando la suspensión de las actividades y podrán disponer de los empleados con mayor flexibilidad para hacerlos rotar por distintos puestos.

El mandatario explicó que el convenio se alcanzó debido a que “encontré dirigentes (sindicales) con apertura”, empresarios que harán una inversión inicial 5 mil millones de dólares y un gobierno de Neuquén que se “comprometió a no aplicar gravámenes nuevos”.

Del acto en la Casa Rosada participaron los principales miembros del Gabinete de ministros, empresarios del sector, el gobernador neuquino, Omar Gutiérrez, y representantes del Sindicato del Petróleo y Gas Privado, a quienes Macri llamó “nuestros amigos los representantes de los trabajadores”.

Los sindicatos encabezados por Pereyra y por Arévalo, avalan la reforma laboral alegando la defensa de los puestos de trabajo en el marco de la conciliación obligatoria cediendo a las presiones de las operadoras como YPF-Chevron o Pan American Energy para bajarles las condiciones salariales a los trabajadores y reduciendo drásticamente sus salarios.

Tal cual lo atestiguan los conflictos que se desataron en Neuquén con las empresas Halliburton y Schlumberger, en los que los trabajadores se encuentran reclamando la devolución del 50 % de sus salarios correspondientes al mes de diciembre y que no se enmarcan en la conciliación obligatoria dictada en el mismo mes.

El titular del gremio, Guillermo Pereyra, reivindicó el acuerdo y rechazó las críticas por acceder a la firma de un convenio cuyo objetivo es reducir los costos empresarios para incrementar la rentabilidad de los proyectos, a cambio de preservar los puestos de trabajo.

El sindicalista aseguró que “esto no es una flexibilización”, sino que lo que se hace es reacomodar el convenio colectivo de trabajo del petróleo a la actividad de extracción no convencional, que “no estaba contemplada” hasta ahora.