Con un operario muerto y 4 en terapia, denunciarán penalmente al Ingenio Tabacal por no cumplir protocolos en la pandemia

Desde el Sindicato de Trabajadores del Azúcar (STA), que nuclea a trabajadores del Ingenio El Tabacal ubicado en Hipólito Yrigoyen, uno de los municipios del departamento Orán, Salta, se envió una carta documento a la administración del ingenio, a cargo de la firma Seabord Energías Renovables y Alimentos, intimándola a que en 24 horas «se disponga el aislamiento de los trabajadores que ya hayan tenido contacto estrecho con los trabajadores con síntomas y con el trabajador fallecido señor Freddy Cornu».

Según consignó Página/12, en el escrito el gremio ratificó que la empresa incurrió en un «incumplimiento», y advirtió: «De obrar en contrario, denunciaremos penalmente ante la fiscalía penal de turno, artículo 202 y subsiguientes del Código Penal de la Nación».

Desde el Consejo Directivo de la Obra Social Personal del Azúcar (OSPA) se volvió a acusar de inacción a las autoridades del Comité Operativo de Emergencia (COE), de Yrigoyen, sobre el que afirmó que «a la hora de supervisar a un comercio chico, una clínica, una farmacia, etcétera, los controles y las exigencias son estrictas y cuando se trata del ingenio de la Seabord, son mucho menores o más bien ni lo supervisan».

Hasta ayer se habían notificado unos cuatro trabajadores más con Covid-19 que se hallaban internados. En el comunicado, los referentes de la OSPA sostuvieron que «en Salta, se ve a las claras como los ingenios azucareros, tanto Seabord, como San Isidro (ubicado en Campo Santo, en el departamento General Güemes), hacen propicios los focos de contagio para que sus trabajadores y sus familias propaguen el coronavirus bajo la consigna sálvese quien pueda».

El Sindicato y la OSPA afirmaron que en el «sálvese quien pueda» se salvan quienes tienen «más recursos», mientras que con «cada trabajador muerto se siguen reduciendo los puestos de trabajo y además la indemnización se paga simple a la viuda de fallecido, ya que si fuera despedido sin justa causa se le paga una doble indemnización por el decreto presidencial».

Y agregaron que el virus «no mata solo», sino que «tiene cómplices irresponsables» con una generación de «muy buenas ganancias» mientras también hay «muchas muertes».