Brasil profundiza la flexibilización y suma presión regional
En medio de fuertes críticas, el impopular gobierno de Michel Temer modificó las normas que definen el trabajo esclavo y dificultó así la penalización de los empleadores acusados de esa práctica, un reclamo de larga data del sector agropecuario.
Hasta ahora, la legislación establecía como características "análogas a la esclavitud" la realización forzada de jornadas laborales exhaustivas, en condiciones degradantes o por restricción de la capacidad de moverse del trabajador debido a deudas contraídas con el empleador. A partir de los cambios, sólo será considerado trabajo esclavo cuando haya uso de coacción, exista cercenamiento de la libertad de movilidad del trabajador o éste sea obligado a trabajar bajo seguridad armada o por la confiscación de sus documentos personales.
Además, la...