Tras la derrota del oficialismo, los trabajadores de Vialidad se despacharon con varios funcionarios
La noche macrista fue dura para muchos trabajadores estatales. Fueran neutros u opositores, soportaron múltiples atropellos, en algunos sectores violentos enfrentamientos internos, en una especie de caza de brujas que organizó el gobierno, en su intento de venderse como eficiente.Basta recordar las acusaciones de "vagos", de "ñoquis", de "grasa militante", de "vividores del Estado" que caían al voleo. Y las consiguientes oleadas de despidos masivos, sólo justificadas por esas acusaciones, el miedo a perder el trabajo de quienes lo mantuvieron, el estrés de tener que convivir en un ambiente laboral de desconfianza y suspicacia, con un salario absolutamente deteriorado por la inflación y unas paritarias cada vez más magras.La llamada grieta también abonó enfrentamientos gremiales internos. E...










