El Gobierno renunció a su intención de darle tratamiento exprés a la Reforma Labor. El debate seguirá en febrero. «Fue un triunfo de la CGT», aseguran en Azopardo y ponen énfasis en las charlas que mantuvieron con los gobernadores. «Ahora empieza otro partido».
«Les proponemos pasar el debate al 10 de febrero», explicó Patricia Bullrich, titular de la Comisión de Trabajo del Senado, en medio del Plenario legislativo en conjunto con la Comisión de Presupuesto que trabajaba para apurar el dictamen de Reforma Laboral.
El anuncio minutos después de terminada la movilización de la CGT en Plaza de Mayo fue tomado automáticamente como un triunfo por los gremialistas que remarcaban la imposibilidad de darle una tratamiento exprés como el que querían los libertarios al proyecto con la magnitud de los cambios que pretendía.
«Este ha sido el pedido de muchos sectores de poder trabajar esta ley, en vez de discutirla el día 26 de diciembre», agregó la exministra que pensó que su desembarco en el Senado haría que se alinearan automáticamente todos los sectores. Fracasó.
«Esto es un triunfo de la CGT. Nosotros veníamos trabajando silenciosamente con todos los gobernadores y esto no podía salir sin cambios», señaló una altísima fuente de Azopardo.

Según pudo saber InfoGremiales, las charlas con los senadores y los gobernadores fueron encabezadas por Cristian Jerónimo y Jorge Sola. Ambos eran moderadamente optimistas en que los libertarios no lograrían la aprobación del proyecto sin debate.
«Es bueno que se prorrogue el debate y que no se cierre tan express como se venía intentando y que se escuche», destacó el senador Mariano Recalde (Fuerza Patria), aunque se lamentó porque «el dictamen no recoge ninguna observación ni ningún planteo, siquiera lo que ustedes consideraron aceptables».
«Ahora empieza otro partido», expresaron los gremialistas que proyectan su estrategia para febrero sabiendo que el clima social y económico puede ser otro, bastante menos benevolente con la gestión libertaria.
En el senado, además, marcaban el aspecto disciplinante del tratamiento del Presupuesto. El error de apurar el debate va a dejar al Gobierno al borde de vetar una ley que el mismo Ejecutivo promovió. Todo un signo de época.




