
En un nuevo intento de sacarse de encima el convenio de Aceiteros 420/05, el Grupo Beltrán esperó a que se termine la conciliación obligatoria y paró la producción de la planta que tienen en Llavallol en forma intempestiva. Como respuesta a esto, los trabajadores están haciendo una ‘huelga a la japonesa’, yendo a trabajar igual,
Al cumplir horario y hacer tareas de mantenimiento, fuerzan a la empresa a pagarles el salario de todas formas, aunque les nieguen sus tareas habituales de producción.
Por su parte, la planta de Villa Mercedes, que sí estaba produciendo, está de paro desde el viernes.
Todo se resumen a lograr que toda la nómina firme un arreglo «voluntario» con la empresa para abandonar el convenio de Aceiteros y pasar al de Alimentación. Desde la planta aseguran que el nivel de hostigamiento es intenso: «Llegan a llamar a trabajadores que están con licencia por pertenecer a grupos de riesgo hasta 2 o 3 veces por día, diciéndoles que si no firman la empresa va a cerrar y se van a quedar sin trabajo».
El cambio de convenio implicaría una reducción salarial de 40 puntos porcentuales en salarios que actualmente rondan los 80 mil pesos e implicaría algo mucho más grave para todos los trabajadores: empresas que deciden el encuadramiento de sus empleados.
Mientras tanto, a la fecha la empresa no puede justificar la «crisis económica» que dice tener ni presenta los balances a las autoridades estatales como la Federación de Aceiteros solicitó.
El ministerio de Trabajo bonaerense liberó a las partes. La empresa pide que se derive el tema a la cartera laboral de Nación.