El Consejo de la Magistratura con su nueva composición desestimó una denuncia emitida contra los jueces laborales Graciela Craig, Luis Raffaghelli y Carlos Pose, integrantes de la Sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo y Elio Plaisant, juez de primera instancia subrogante del Juzgado Nacional nro. 59, por el presidente de Automóviles Saavedra S.A.
La empresa había sido condenada por despedir sin causa a un trabajador. Disconforme con la sentencia, el empresario acusó, en sintonía con las palabras del ex presidente Macri, a los jueces que fallaron en su contra de integrar una «mafia laboral».
La idea fue televisada un año antes, en 2017, durante uno de sus discursos en el que el entonces primer mandatario se refirió a un «grupo minoritario de abogados y jueces laboralistas», según él, encabezados por quien era el jefe del bloque de Diputados kirchneristas, Héctor Recalde, a quienes acusaba de tener «comportamientos mafiosos» y «convencer a los trabajadores de hacer juicio a una pyme» que después «tiene que cerrar». Macri le faltaba el respeto a la división de poderes con esas palabras, al mismo tiempo que ninguneaba la posibilidad de que las patronales de las pymes hipotéticas cometieran ilegalidades y los trabajadores efectivamente necesitaran ser defendidos.
En ese sentido, fue relevante la intervención de la Consejera Vanesa Siley que partió de la premisa de la necesidad de desenmascarar la pretensión apolítica o por fuera de las pasiones ideológicas que mantiene el organismo judicial, cuando al omitirlas lo que se hace es velarlas. «Entiendo que no se quieran hacer consideraciones políticas pero son muy necesarias porque el Consejo de la Magistratura es precisamente el cuerpo político, de gestión política del Poder Judicial y las decisiones que acá se toman son decisiones políticas».
La diputada sindicalista recordó el discurso presidencial y expuso lo evidente: «La denuncia es una denuncia política, con este latiguillo de las ‘mafias de los abogados laboralistas’, que lo inventó el ex presidente Mauricio Macri, que sirvió para atacar por igual, en la misma dirección, a sindicalistas, a abogados laboralistas y a jueces de la justicia nacional del trabajo, justamente todos actores encargados de velar por las normas laborales de nuestro país.»
Y siguió: «El fundamento que tenía el denunciante era que consideraba a los magistrados y magistradas parte de la ‘mafia de los juicios laborales’. Ese es el fundamento de la denuncia. Esto era un claro rechazo in limine porque no había fundamento alguno».
Entonces, ¿por qué se demoró dos años en dejarla caer por su propio peso? La consejera María Inés Pilatti Vergara apuntó en esa dirección, a analizar cómo se administra el tiempo en la magistratura, cuándo algo se cae, se deja vivir, «eso es por cuestiones políticas.», resumió Siley.
La denuncia, claramente, fue rechazada.