A menos de 48 horas de su cierre preventivo por la confirmación de un caso de coronavirus entre sus trabajadores, el frigorífico Santa Giulia -de la localidad bonaerense de Alejandro Korn- fue autorizado a reanudar su operatoria y empezó a presionar para volver a funcionar.
Es que tras una inspección de las instalaciones realizada ayer por la tarde, de la que participaron representantes de la empresa; funcionarios de las áreas de Salud y Trabajo de la municipalidad de San Vicente y de la provincia de Buenos Aires; el Coordinador Regional del Senasa; y el Secretario de Organización de la Federación Gremial de la Carne, se autorizó su operatoria.
La decisión, que consta en el acta firmada por las partes, fue acompañada de otras dos medidas: Aislamiento preventivo e investigación epidemiológica de los contactos de turno de la sección empaque primario, con cuarentena obligatoria de los contactos estrechos del empleado que dio positivo.
Además se pactó la realización de inspecciones en los días siguientes para verificar el cumplimento de los protocolos en la planta.
Sin embargo sus más de 500 empleados hoy se «plantaron» y no quieren volver al trabajo hasta no tener garantizada sus condiciones sanitarias.
«Estamos plantados porque nos quiere obligar a trabajar. Hay un caso de Coronavirus confirmado y varios con síntomas. Igual quieren que trabajemos», le dijo a InfoGremiales uno de los operarios desde la planta.
Los empleados en estos momentos están haciendo presencia en los portones del frigorífico para visibilizar el conflicto y esperan la llegada de autoridades y medios de comunicación para tener una respuesta.
