Mientras se endurece el aislamiento, Acuña presiona a los empleados de Educación porteños para que vayan a trabajar

En una medida que atenta contra las decisiones y la coordinación de los gobiernos para tratar la pandemia de Coronavirus, el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires presionó ayer a sus empleados para que vayan a trabajar de forma presencial.

Contra toda la lógica, la cartera que lidera Soledad Acuña lanzó una serie de amenazas sobre los empleados y sobre sus superiores para que abandonen el teletrabajo y vayan al Ministerio.

Son más de 200 empleados, muchos de ellos en condiciones precarias por su situación contractual, que deberán salir, tomar transporte público y llegar su puesto de trabajo con otros.

«Nos declaran a todos los empleados del ministerio, a los cuales nos habían dado teletrabajo (y todos lo estábamos cumpliendo), como personal esencial al nivel de salud», le dijo una de las empleadas afectadas a InfoGremiales.

Acuña se ampara para la riesgosa medida en que la presencia de ese personal es esencial para el funcionamiento de la administración pública, aunque si hasta pudieron cumplir sus funciones desde sus hogares.