La inmensa mayoría de los gremios de las diferentes centrales sindicales resolvieron apostar a la vía política para confrontar con el Gobierno Nacional. Esa decisión trajo varias repercusiones, entre ellas un desplome de la conflictividad laboral que se notó en los registros.
Según el informe que elabora El Observatorio del Derecho Social (ODS) de la CTA Autónoma, la cantidad de conflictos laborales se redujo significativamente en el segundo trimestre de 2019, tanto en comparación con el mismo período del año anterior, como en relación con el primer trimestre del año.
En comparación con el mismo período del año anterior de 2018, la conflictividad laboral se contrajo un 21%, mientras que en relación con el primer trimestre de 2019 la caída es del 24%.
«Esta retroceso se explica por una disminución de la conflictividad en el sector público, principalmente a nivel provincial y municipal», explica el informa del ODS.
Por su parte, la cantidad de conflictos en el sector privado se mantuvo relativamente estable, en magnitudes similares a las de los últimos tres años.
La mayoría de los conflictos laborales se explica por reclamos vinculados a situaciones de crisis (despidos, suspensiones, deudas salariales). Estos motivos estuvieron presentes en el 33% de los conflictos del sector público y en el 59% de los del sector privado.
Por el contrario, las demandas por aumentos salariales estuvieron presentes en apenas uno de cada cuatro conflictos, proporción que es llamativamente baja tratándose de un trimestre donde se concentra una parte importante de la renovación de los acuerdos salariales.