«Esas políticas destruyeron el poder adquisitivo de los salarios, jubilaciones, pensiones y asignaciones»

Los gremios de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) y de otros espacios sindicales de la CGT y las CTA participaron ayer en la marcha de San Cayetano por Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo y ratificaron su «total oposición» a la posibilidad de una reforma laboral.

El Sindicato de Empleados de la ex Caja de Subsidios Familiares para el Personal de la Industria (Secasfpi), que conduce Carlos Ortega, rechazó «la iniciativa de reforma laboral que procura imponer el gobierno para cumplir con el Fondo Monetario Internacional (FMI)», y «las políticas elitistas que destruyeron el empleo y el poder adquisitivo».

«Esas políticas destruyeron el poder adquisitivo de los salarios, jubilaciones, pensiones y asignaciones y empobrecieron a los sectores populares», señaló el dirigente, quien explicó que la reforma laboral significaría «un retroceso para los derechos de los trabajadores».

Para Ortega, «el gobierno es cómplice del ajuste y los intereses de los acreedores», en tanto la secretaria de Prensa del gremio, Soledad Alonso -precandidata a diputada del Frente de Todos por la primera sección electoral bonaerense- aseguró que «el modelo de reforma ya fracasó en el mundo y generó más desempleo, precarización y menos salario».

Los trabajadores agrupados en la Unión Obrera Ladrillera (Uolra) también marcharon desde Liniers hacia el Congreso Nacional junto con los movimientos sociales en rechazo de «las políticas de ajuste» y en demanda de «más fondos para comedores populares», y ratificaron «el compromiso gremial de representar al sector de la economía popular».