La CGT trata de sobrevivir en unidad a la interna peronista

Las tensiones que atraviesa la CGT amenazan con profundizarse de cara a la campaña electoral, a raíz de los distintos alineamientos que empezaron a mostrar los dirigentes gremiales, quienes en algunos casos apuestan a una renovación partidaria de la mano de Florencio Randazzo, aunque también hay un sector encolumnado con Cristina Kirchner y otro que respalda a Sergio Massa.

Las diferencias políticas y falta de consenso en una estrategia sobre cómo pararse frente al Gobierno macrista fueron contenidas hasta el momento con dificultades por la conducción tripartita, que trata de mantener la delicada unidad construida durante varios meses de negociaciones.

Pero la inminente campaña electoral reavivará la interna peronista, donde se percibe una confrontación en las PASO entre el kirchnerismo y elexministro de Transporte, pugna que se proyectará también en el sector sindical y añadirá más roces en el seno de la central obrera.

En los últimos días ya se produjo un episodio que anticipa esta nueva tensión, cuando la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, aliada al kirchnerismo y mencionada como posible candidata, realizó un acto en la sede de la CGT, acompañada por los dirigentes gremiales que apuestan por la continuidad del liderazgo de la expresidenta.

Esto no cayó bien en los otros sectores de la central obrera, por ejemplo en el moyanismo, cuya mayoría de miembros se distanciaron del kirchnerismo hace años.

A su vez, la relación entre el peronismo y la CGT tendrá un ingrediente clave en estas elecciones, ya que las cajas sindicales serán un financiamiento ansiado por los dirigentes políticos que deberán afrontar una campaña en momentos en que están desprovistos del manejo de fondos públicos.