
(Por Eduardo Porto @periferiacts) Cansado del repudio de la comunidad científica en cada visita a las provincias, Daniel Salamone consiguió que Jefatura de Gabinete elija a dedo a dos nuevos integrantes del Directorio del organismo con perfiles «pro motosierra».
La decisión del gobierno nacional de elegir a los nuevos integrantes en el directorio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de una terna de postulantes, tomada a principios de mayo, comenzó a definir un perfil específico en el cuerpo de representantes del máximo organismo de ciencia del país, más favorable al perfil del presidente, Daniel Salamone.
José María Bruniard, flamante representante por las provincias en el CONICET suele elogiar públicamente a Milei y propuso en 2024 “pasar la motosierra por CONICET”, que “ha sido corrompido por la política”.
Hasta ahora, Salamone debió “lidiar” con representantes del Directorio que no son afines a su “gestión”, y que canalizan los interminables reclamos de la comunidad científica, de investigadores y de Directores y Directoras de los Centros Científico-Tecnológicos, en la mesa chica del organismo.
Es que el ajuste en el organismo científico se traduce en derrumbe presupuestario y salarial en escalas que ya son históricas. El 90% del presupuesto del CONICET va dirigido al pago de salarios, y es por eso que en lo que va de la gestión de Javier Milei se redujo la planta del CONICET en 1291 puestos de trabajo.
Pero, además de los despidos, el escenario es que quienes continúan como becarios, investigadores, administrativos o personal de apoyo (CPA) padecieron una pérdida de salarios en el orden del 30% en 2024, y estiman otro 25% para este año, según los datos difundidos por el Grupo Economía, Política y Ciencia del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología y Desarrollo (Grupo EPC-CIICTI).
Claro, Daniel Salamone, quien dejó de visitar las provincias para eludir los reclamos y repudios de investigadores e investigadoras que lo interceptaban (algo que sucedió en una decena de centros de investigación provinciales, hasta que delegó las visitas en la vicepresidenta científica del organismo, Claudia Capurro), viene esperando una señal de la Jefatura de Gabinete para que, al menos el repudio de la comunidad científica por las consecuencias del ajuste no se traslade a las reuniones internas del directorio. La señal comienza a concretarse con la llegada de dos nuevos integrantes.

Dos nuevos integrantes “a pedido” de Salamone
Con los dos nuevos integrantes del Directorio de CONICET, José María Bruniard y Walter Sione, designados a principios de mayo, comenzó a hacerse realidad el deseo de Salamone, ya que podrían equilibrar la balanza para que tome nuevas decisiones para la institución.
El Directorio del CONICET se compone en total de 8 miembros y un presidente (elegido por el Poder Ejecutivo), cuatro son elegidos por investigadores de las grandes áreas y los restantes por el sector político y empresario (agro, industria, universidades, organismos de ciencia y tecnología provinciales).

«Blindar la mesa chica» del CONICET para no oír los reclamos gremiales
Hasta ahora, la composición del CONICET, contaba con una mayoría que se oponía a los ajustes, desfinanciamiento y persecución de ciertas investigaciones y había sido un obstáculo para el actual presidente Salamone, sin embargo con estas dos nuevas designaciones, Salamone contará con al menos dos votos más dentro del Directorio.
«Salamone ya no está solo en el Directorio del CONICET«, sostuvo Gonzalo Sanz Cerbino, Doctor en Historia e Investigador Adjunto del CONICET.

Bruniard, a favor de “pasar la motosierra por el CONICET”
La primera renovación es José María Bruniard, representante de las organizaciones del agro, designado luego de que el gobierno forzara la renuncia del anterior representante de las organizaciones del agro, Manuel García Solá, tras una discusión con Salamone en la que cuestionó su política de ajuste.
Bruniard suele elogiar públicamente a Milei y propuso en 2024 “pasar la motosierra por CONICET”, que “ha sido corrompido por la política”. Es una persona que milita contra la idea del cambio climático, la defensa de la biodiversidad, el ambientalismo (y las políticas vinculadas a ello). Además, defiende el arancelamiento de las universidades públicas y cuestiona la importancia de las ciencias sociales. Bruniard reemplaza a Manuel García Solá en el directorio, quien se fue renunciando por estar en desacuerdo con la línea de ataque a la ciencia de la gestión libertaria.
Bruniard suele elogiar públicamente a Milei y propuso en 2024 “pasar la motosierra por CONICET”, que “ha sido corrompido por la política”. Bruniard fue elegido a dedo por el Poder Ejecutivo (al igual que Sione) de una terna propuesta para integrar el organismo científico.
Walter Fabián Sione es la segunda renovación, representante de los organismos de Ciencia y Tecnología provinciales y fue elegido de una terna propuesta por el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECYT), su cargo anterior era el de Secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación de Entre Ríos, gobernada por Rogelio Frigerio del PRO.
Mantener la mesa chica en calma, para no oír a la comunidad científica
El escenario actual es de impaciencia y enojo contra un Salamone que no fue capaz de reaccionar ni cuando Javier Milei llamó “casta” y “canallas” a los investigadores de uno de los organismos públicos de ciencia más importantes del continente.
Por eso, el enojo, durante sus giras por los centros de investigación del interior del país, los científicos, le dieron un recibimiento hostil en al menos en diez provincias. Tal es la hostilidad con que lo reciben, de hecho, que tuvo que dejar a la vicepresidenta de Asuntos Científicos, Claudia Capurro, que lo reemplace en su último viaje de agenda a Santiago del Estero.

En lugar de resolver la cuestión estructural del ajuste brutal del gobierno de Javier Milei sobre el sistema científico, lo que pretende Salamone es no oir más críticas en la mesa chica, y por eso el Poder Ejecutivo le armó un directorio más afín a sus pretensiones. Ello, sin resolver, claro, la caída brutal del financiamiento al sistema científico (el más bajo de la historia argentina en relación al PBI).
Un escenario complicado
Es que el clima es de tensión por el derrumbe del presupuesto de ciencia y tecnología en un orden cercano a los 30 puntos porcentuales durante 2024, y con una proyección de pérdida de fondos en alrededor de 25 puntos porcentuales para este 2025, Francos se presentó días atrás ante los diputados del Congreso y explicó que no ingresarían al organismo las promociones de investigadores aprobados en 2024 y que tampoco se abrirá la convocatoria 2025 para la Carrera de Investigador/a del CONICET.
Salamone encabezó un encuentro con un cartel que lo tilda a él y a Milei de “Cientificidas”, en Chubut.
Con esto, es más que comprensible el enojo y la furia de la comunidad científica, si se tiene en cuenta el brutal desfinanciamiento a la investigación; el cierre de los ingresos al CONICET; el derrumbe del presupuesto del organismo en el orden del 30%; la caída de programas de financiamiento en la Agencia I+D+i; la cancelación de proyectos estratégicos como el CAREM, el ARSAT SG1 y el RA-10; el incumplimiento de la Ley de Financiamiento del Sistema de Ciencia (aprobada por el Congreso y convertida en Ley para que Argentina invierta el 1% de su PBI en ciencia y tecnología); el derrumbe de la inversión pública en ciencia y tecnología hasta un piso histórico del 0,154% del PBI; el deterioro en equipamientos, funcionamiento, salarios de los 330 centros de investigación del organismo; o los planes para modificar el Estatuto del CONICET.

Pero bueno, ahora Salamone podrá estar en su oficina sin tener que oír reclamos de una comunidad científica a la que perteneció, y que ahora está golpeada por el brutal ajuste libertario que él permite, avala y apoya «como si nada pasara».
Mientras tanto, en ATE CONICET, advierten que «se van a alterar los equilibrios internos y las decisiones que se tomen«, como indicó Sanz Cerbino, quien además aseguró que, «desde el CONICET lo vivimos con mucha preocupación«.