Para Yasky y Micheli, el Gobierno «quiere arrasar con todo»

«No habrá grandes cambios y la proclamada recuperación económica será solo una fantasía. Nada es real. Una mirada objetiva indica que la situación empeorará y se profundizará la crisis por el contexto internacional, luego de la asunción del estadounidense Donald Trump. Ya hay evidencias de ello en lo económico. El gobierno insistirá en su pretensión de mostrar ante los empresarios del orbe que el país es otra vez un espacio para venir a hacer la América. Promete reducir costos laborales y reformar y flexibilizar las condiciones de empleo con la complicidad gremial, como lo hizo Carlos Menem con su neoliberalismo», afirmó Pablo Micheli en una entrevista conjunta con Hugo Yasky a Telam.

Para el dirigente, el gobierno intentará avanzar con reformas previsionales, ahondando «la crítica realidad de jubilados y pensionados», insistirá con la Ley de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) a medida del empresariado y, así, «los CEOs estarán de fiesta, en tanto procurará acabar con la última joya del país luego de las privatizaciones menemistas: la seguridad social».

«Quiere arrasar con todo. Los sindicatos y las centrales obreras ya lo vivieron y están advertidas, al igual que los trabajadores, que no aceptarán esas condiciones. Habrá elevada conflictividad a partir de la intransigencia oficial para resolver los problemas de empleados y clase media y beneficiar a sectores concentrados. Se producirá un choque inevitable, en lo social y gremial», expresó.

Para Yasky, el gobierno pretende establecer «una pauta de achicamiento salarial a partir de dos casos testigo: bancarios y docentes, las dos paritarias que marcan la cancha», y explicó: «Con los docentes la orden fue acordar el 17/18 por ciento. El convenio con la Upcn bonaerense fue del 18 y dejó de lado la pérdida de 2016, que fue de entre 8 y 11 puntos según cada gremio. Lo de bancarios es muy claro, porque retomaron esa discusión y abrieron un puente de negociación no permitido por el gobierno, que procura que la baja de la inflación -que se ubicará en un 25 según sus consultoras- se logre perdiendo poder adquisitivo. Si creyera en una pauta del 17 no hubiese aumentado las tarifas, combustibles, peajes y prepagas para no trasladarla a los precios. El experimento con docentes y bancarios intenta demostrar que nadie puede reclamar por sobre ese 17/18 por ciento», señaló.

Para Micheli, la canasta escolar ya aumentó un 55 por ciento, según Consumidores Libres, de Héctor Polino, lo que agravará «los niveles de pobreza y reducirá el consumo y los salarios, que son una forma de reducir la inflación, aunque habrá empleo precario».

Al referirse a los cambios introducidos en la Ley de ART, Yasky rechazó el decreto presidencial, se opuso a varios aspectos de esa reforma y reclamó el tratamiento legislativo inmediato.

«La reforma no puede ser un traje a medida de los dueños de las ART y los empresarios, que maximizan las ganancias a costa de la salud de los trabajadores. Al sufrir un accidente, invalidez o enfermedad profesional, ese empleado lo pierde todo. La anterior ley no era la panacea, pero esta es de un país bananero», aseveró.

Micheli indicó que esa norma «es peor que la anterior; el argumento del decreto es débil y fue premeditado para postergar al Parlamento, como ocurrió con la Ley de Emergencia Ocupacional».

«Las centrales y los gremios lo rechazaron. Es cierto que la CGT en un principio acordó y, ahora, hizo una autocrítica a partir de su error. Hay que mejorar la salud y la prevención porque es espeluznante la cantidad de accidentes», concluyó el gremialista.