Las personas con discapacidad que trabajan en talleres protegidos reclaman que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el gobierno de la Provincia de Buenos Aires adhieran al Régimen de Empleo Protegido para poder cobrar un sueldo digno y tener acceso a jubilación, ART y obra social. Según consignó Página 12, actualmente, en CABA son 60 trabajadores que se desempeñan en los tres talleres y cobran alrededor de 3000 pesos.
La Ley nacional 26.816/12 creó un régimen laboral especial para personas con discapacidad que se desempeñen en los talleres protegidos, donde se desarrollen actividades productivas, comerciales o de servicio para el mercado. Como todo trabajo, debe ser remunerado y debe ser adaptado a las necesidades y posibilidades de cada trabajador o trabajadora con discapacidad.
La norma establece a su vez un régimen especial de seguridad social para que los trabajadores puedan acceder a coberturas de vejez, enfermedad, cargas familiares y riesgos de trabajo. Al ser una ley nacional, para su cumplimiento las jurisdicciones deben adherir y diseñar su propia implementación, además de prever el presupuesto necesario.
Este es el video que hicieron para el reclamo en el que resaltan "La ley no se negocia, queremos salarios dignos y que se respeten nuestros derechos".
"Pedimos la adhesión de la Ciudad para que los trabajadores de los TPP puedan ser trabajadores con todos los derechos. Hoy las personas con discapacidad que vienen a trabajar no tienen aportes y reciben solo un incentivo de 3300 pesos mensuales. La ley establece que el salario debe ser el equivalente a un 40 por ciento del salario mínimo y con todas las cargas sociales para acceder a una jubilación y servicios de salud", explica Laura Pelagatti Rey, presidenta de A.L.P.A.D. a Página 12.
Pelagatti Rey también es secretaria general de la Federación Nacional de Talleres Protegidos de la República Argentina (Fenatap) creada para luchar por los derechos de las y los trabajadores de estos talleres. Ella remarca que lo ideal sería que estas "unidades productivas inclusivas" no existan y todas las personas con discapacidad pudieran acceder a trabajos remunerados adaptados sin necesidad de intermediarios. Pero, explica, no todas las personas con discapacidad tienen los recursos para insertarse sin ayuda. "Si desde el Estado no hay un acompañamiento para que esa persona pueda desarrollar su potencial la persona va perdiendo autonomía", remarca.
Actualmente hay tres talleres protegidos en la Ciudad de Buenos Aires: Fundacion Idel, Fundacion Faldad y A.L.P.A.D. que agrupan a unos 60 trabajadores. Se trata, en su mayoría, de personas con discapacidad intelectual o psicosocial, como puede ser un retraso madurativo o síndrome de down.