Se trata de la casera de la Escuela N° 10 D.E. N° 11 «Octavio Pico», ubicada en Av. Lafuente 539-559 de la CABA, que este lunes abrió sus puertas para los encuentros de la criticada "revinculación pedagógica" en dos grupos: uno en el turno mañana y otro en el turno tarde. La trabajadora no docente se encuentra dentro del grupo de riesgo y, como vive en la misma escuela en la que trabaja, estuvo en contacto con todas las personas que asistieron en ambos turnos.
Según consignó El Grito del Sur, "el martes por la mañana la trabajadora tenía que realizarse una intervención quirúrgica y, previo a ésta, le practicaron el testeo de COVID, que le dio positivo. Una vez confirmado, todo el personal de la escuela que tuvo contacto estrecho se aisló y cerraron el lugar para realizar una desinfección profunda en cada rincón del establecimiento educativo.". Es decir, era una portadora asintomática y se enteró de casualidad que estaba infectada.
Los sindicatos docentes como UTE y Ademys vienen advirtiendo sobre el peligro que significa esta reapetura a la que acusaron de repentina, sin capacitación, sin protocolos adecuados y sin perspectiva pedagógica. El mismo lunes pasado un docente acusaba al Ministerio de Educación de la Ciudad de tomar "decisiones mediáticas desde el escritorio de la ministra".
"En este momento están aislados el equipo de conducción y todo el personal de la escuela. La verdad que es preocupante que el Gobierno de la Ciudad siga abriendo más escuelas y más niveles", señala Natalia Militi, responsable de Educación Primaria de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE). Y señaló que Soledad Acuña debería prestar atención a los casos de reapertura en el mundo que obligaron a volver a cerrar por los rebrotes.