La Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA), que conduce Rodolfo Daer, comenzó ayer huelgas de dos horas por turno. El gremio viene de un entendimiento que causó sorpresa y descontento y ahora necesita pasar a la ofensiva.

Daer, en el momento más álgido del aislamiento social, aceptó una oferta empresaria de una paritaria por cinco meses, hasta septiembre. El entendimiento apenas alcanzó el 6.5% en dos tramos más un bono no remunerativo de 6 mil pesos que se cobró por única vez el pasado mes de junio.

Las partes acordaron, en aquel entonces, que el 22 de septiembre el sector empresario tendrá la obligación de sentarse nuevamente a conversar sobre los salarios de las trabajadoras y trabajadores de Alimentación.

Ahora, luego de casi un mes de charlas frustradas el sindicato lanza medidas de fuerza. Es que no sólo el acuerdo quedó desfasado con la inflación, hecho previsible, sino que generó gran resistencia en las plantas. Incluso algunas se levantaron y encararon sus propias protestas.

Según denunció el gremio "desde que se retomaron las paritarias se mostraron esquivos a realizar concesiones salariales".

Según pudo saber InfoGremiales, esta mañana el Ministerio de Trabajo dictó conciliación obligatoria y citó a las partes a una audiencia hoy mismo, en un intento porque acerquen posiciones.

Cabe destacar que el sector fue declarado esencial y no estuvo sujeto a cumplir el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio declarado por el Poder Ejecutivo en el marco de la pandemia de coronavirus.