Rodolfo Arrechea, Coordinador Nacional de Salud de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y secretario General de la Junta Interna de ATE del Hospital Rivadavia aseguró que en la Ciudad de Buenos Aires la situación está menos tensa: se recuperaron camas que el gobierno porteño había anulado y se nombró personal lo que permitió hacer frente a la propagación. Sin embargo, "hay que entender que la pandemia ataca al recurso humano."
Arrechea especificó que por cada trabajador de la salud que se contagia hay al menos otros cuatro que van a aislamiento por contacto estrecho. Son trabajadores que dejan de cumplir sus funciones en el hospital.
"La Ciudad de Buenos Aires nombró 3.000 enfermeros más lo que permitió de alguna manera poder hacer frente a la pandemia. Ahora, existe un agotamiento muy importante de parte del personal físico y psíquico y que también se da con que existe una parte de la población que niega esta situación y que termina explotando en los hospitales", argumentó.
Explicó también que ahora la pandemia se aloja en el interior, lo que genera un peor panorama dado que allí "el sistema de salud es mucho más débil que el tiene la Ciudad de Buenos Aires, por ser el distrito más rico del país."
Arrechea mencionó a Jujuy, Salta y a Mendoza "que no tuvo cuarentena sino aislamiento responsable y vemos los resultados", lamentó.
"Nos quieren hacer creer que es un invento del Gobierno, politizando de la peor manera lo que está provocando en todo el planeta esta pandemia." y abundó "Es realmente lamentable y miserable".