El gremio de la Alimentación busca subirse a la ola que empieza a verse en los últimos cierres paritarios: acuerdos trimestrales, con cláusula de revisión más un ajuste extra para compensar la pérdida que los salarios tuvieron en el último año por culpa de la inflación.
En el caso de la Alimentación, gremio que comanda Rodolfo Daer, hermano de Héctor, la reparación que reclaman es del 13,5% (su última suba paritaria punta a punta fue de 41,2 y la inflación acumulada entre marzo de 2018 y marzo de 2019 de 54,7%).
"Reclamamos que se nos dé lo que perdimos en el último año", le dijo al diario Clarín Héctor Morcillo, secretario adjunto de la Federación de Trabajadores de la Alimentación.
El esquema para la paritaria 2019 que el gremio puso sobre la mesa es similar al que firmó la UOCRA y al de los docentes bonaerenses, quienes tendrán un ajuste trimestral en su haber de acuerdo con los índices de inflación que informe el INDEC.
El gremio de la Alimentación y la federación empresaria tienen previsto volver a reunirse este jueves para tratar de encaminar las negociaciones. La paritaria se venció el pasado 31 de abril y la conducción del sindicato está facultada para iniciar medidas de fuerza si no hay acuerdo.
En el sindicato dicen que "ni locos" firmaran una paritaria anual. Pretenden que los acuerdos sean trimestrales y que se ajusten según la inflación.
Consultados sobre si podían avanzar en un acuerdo trimestral, en el sector empresario usaron la misma expresión que en el sindicato: "Ni locos. La propuesta es irrealista e inabordable. El acuerdo debe ser anual. Un ajuste trimestral no permite la programación de la actividad en ninguna industria. No habría horizonte productivo", dijeron. Tampoco aceptarán la inclusión de una cláusula gatillo de ajuste por inflación.
En la actividad -da trabajo a 80.000 personas- hay jugadores grandes, como Arcor, Molinos, Mondelez, Unilever y Pepsico, pero también muchísimas pymes.