La política tiene por lo general un comportamiento de “pueblo chico”. Y esto genera, como en las pequeñas poblaciones, que sus actores más prominentes adquieran en el cerrado ámbito de los microclimas ciertas famas que lo acompañan siempre. Por ejemplo, era muy extendida entre aquellos que tenían que negociar con Néstor Kirchner -e incluso entre los que aún lo recuerdan con cariño- la fama de “agarrado” (tacaño)- que tenía con los fondos públicos y/o privados.
En este caso, la fama de “jabonoso” (bravamente jodido) acompaña a Sergio Massa desde que era un protegido del Duhaldismo vía su suegro, «el Pato» Galmarini y se acrecienta a medida que progresa la carrera del tigrense.
Es así que, haciendo gala de su fama, el líder del Frente Renovador, tiró el achique, hizo el típico paso atrás y dejó en ostensible off side a sus socios sindicales. En especial a Carlos Acuña, quien declaró vehementemente en las últimas horas que “..si el gobierno no responde va a haber paro..” y otras sutilezas por el estilo.
Frente a este agite sindical, desde la hermosa Cartagena y acompañando al Presidente Mauricio Macri en la firma del tratado de Paz entre el Gobierno Colombiano y las FARC (quien esto escribe no logra encontrar mérito alguno en la presencia de Massa en tierras colombianas, perdón por la ignorancia), Sergio expresó: “Yo lo primero que les diría a los que tienen que tomar esa decisión es que el paro no es el mejor camino. El paro es en todo caso el final de una negociación fallida, y le pido tanto al gobierno como a la central de trabajadores que agoten las instancias de diálogo».
Socarronamente, y por lo bajo, algunos dirigentes gremiales encuadrados en la Corriente Federal Sindical comentaron: “sigan apostando a ese que los entrega por una foto”.
Habrá que ver sobre el fin de esta semana, luego del tan mentado encuentro entre la CGT y el Ministro Prat Gay, cuánto influirá la sugerencia del líder del Frente Renovador. “Al final de cuentas -contó una alta fuente de la CGT reunificada refieriéndose a Massa- tanto lío con el «Momo» y nos bancamos a éste que hace el mismo juego que aquel”.
