«Terminamos el peor año en muchísimo tiempo»

Luego de que la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, reconociera que el índice de pobreza dará una cifra «un poco peor» que la última medición, el referente social consideró que los funcionarios nacionales «se transforman en relatores de la realidad».

«Es casi una autocrítica velada, pero después no se cambia. Es como un diálogo en el que no se escucha al otro. O se lo escucha pero no toma en cuenta lo que se dice para construir soluciones. Terminamos el peor año en muchísimo tiempo: aumentos por encima del 50 por ciento del valor de los alimentos, pérdida del poder adquisitivo del salario y los programas de empleo. Todo esto trae enormes dificultades para poder llevar un plato de comida», sostuvo Menéndez.

En diálogo con FM Delta, destacó la sinceridad de Stanley pero advirtió que «lo que está mal es que no se anuncie política públicas para enfrentar» el aumento de la pobreza y consideró que «una podría ser la actualización de los programas de empleo, la Asignación Universal por Hijo (AUH)».

En ese sentido, precisó: «Los programas de empleo está en 6 mil pesos y la AUH se actualizó un 30 por ciento, pero perdió 20 puntos (por la inflación). Se paralizó la economía y los ingresos de los hogares se borraron de un plumazo».

«Estamos en emergencia y dependemos del auxilio del Estado, que debería tratar de generar empleo. En los barrios se instaló el hambre como un tema concreto», añadió el líder de Barrios de Pie.

Asimismo, Menéndez rechazó los dichos de Stanley, quien indicó que «no es necesario utilizar métodos extorsivos» para expresar los reclamos sociales.

«El problema es vetar encima la posibilidad de reclamar. Se admite que la situación está peor, no se propone nada para resolverla y se cuestiona a quienes reclaman: no cierra por ningún lado, no tiene ningún sentido. ¿Qué quieren que hagan? ¿Que esperemos una salida que ni siquiera proponen cuál es?», remarcó.

Finalmente, destacó que la «jornada nacional por Tierra, Techo y Trabajo» cuenta con el apoyo de varios gremios, aunque se quejó de que «hay una parte del sindicalismo que sigue mirando cómo pasa la realidad por el costado».