Máxima tensión en la paritaria de Alimentación

Las negociaciones colectivas del gremio de Alimentación parecen llegar al punto de máxima tensión. Mientras que siguen fracasando una tras otra las audiencias convocadas por el Ministerio de Trabajo para que las partes puedan acercar sus posiciones, la Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación convocó a una marcha para hoy a la Cámara de la actividad para mostrar su descontento.

Tras la conciliación obligatoria dictada por la cartera laboral cuando el sindicato que comanda Rodolfo Daer había iniciado paros de dos horas por turno, vuelve la conflictividad.

El gremio reclama una recomposición salarial que esté en el orden del 42 por ciento, pero por el momento los empresarios acercaron una oferta del 24 por ciento que dejó muy disconformes a los representantes sindicales.

En tanto, el presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios, Daniel Funes de Rioja, consideró «muy alta la pretensión» sindical y pidió «reflexión» al gremio.

«La pretensión sindical es muy alta, desde el punto de vista de la inflación verificada o verificable, desde el punto de vista de la evolución de los salarios que han tenido los trabajadores de la industria de la alimentación y desde el punto de vista de la realidad de la industria, de las pymes y las economías regionales», indicó el también vicepresidente de la UIA.

El empresario reiteró que el nivel de aumento pedido por el gremio «es inabordable como está», y resaltó su aspiración de llegar a un acuerdo en el marco de la conciliación obligatoria que vence esta semana y que el gobierno podría prorrogar por cinco días más.

«Creemos que debería haber una reflexión por parte de los sindicatos porque lo que estamos dispuestos a hacer es lo que ha hecho la mayoría de los gremios en otras actividades», sostuvo, y aclaró que en el caso de los aceiteros el porcentaje fue superior al 27 por ciento por la actualización de los premios, «que estaban atrasados hacía mucho tiempo» y «en un contexto muy particular, que no es el del promedio de las actividades industriales».