La Tiendita del Horror

«Lo más difícil para nosotros es atravesar el momento en el cual salís del populismo y salís de la fantasía de una mentira importante y muy grande, de haberle dicho a la gente que podía vivir de esta forma eternamente porque tenemos recursos para eso», aseguró la vicepresidenta en declaraciones a Radio Nacional a fines del mes de mayo. Y visto los hechos ocurridos este último mes, las palabras de Gabriela funcionan como nota al pie de una estrategia política de Cambiemos mucho mas fina que lo que aparenta en superficie, y con un claro sentido de construcción política que el arco opositor no pareciera registrar en totalidad.

La derogación del decreto 436/84 – ­uno de los primeros decretos del gobierno de Alfonsín y el primer acto administrativo de encuadramiento de las FFAA en el orden democrático – implicó devolverle a los mandos militares un rango de autonomía funcional muy caro al sentir castrense y de notables efectos prácticos. (Recomendamos la síntesis que al respecto elaboró Agustín Rossi para profundizar

Es evidente que este gesto del Presidente Macri efectuado pocos días después de participar en la celebración del Día del Ejercito se encuadra en el afianzamiento del vínculo con las FFAA por parte del Presidente, máxime si se tiene en cuenta algunas afirmaciones vertidas en tal celebración, muchas de ellas con fuerte aroma al credo de la “Seguridad Nacional”, y abriendo la puerta a un mayor involucramiento de las Fuerzas en conflictos de seguridad interior.

Pocos días después, la Corte Suprema de la Nación se despacho con el fallo “Orellano” respecto del derecho a huelga, que no sólo retrocede en doctrina cercana de la propia Corte en la materia, sino que casualmente viene a presentar un criterio rector de interpretación y aplicación del mismo, en momentos en que los conflictos laborales recrudecen y ponen en crisis no sólo los sistemas de represtación del movimiento obrero sino también, y especialmente, a sus dirigentes.

No han sido pocos los gremios “grandes” que circularizaron entre las comisiones gremiales de base el protocolo a seguir en caso de conflictos a partir del fallo de la Corte, solicitando que comuniquen a la conducción con anticipación si van a llevar adelante una medida de fuerza. Esto implica, por ejemplo, para el caso del Sindicato de Empleados de Comercio, que el derecho a huelga contemplado en el art. 14 bis de la Constitución Nacional de mas de 1.000.000 (sí, un millon) de trabajadores, esta supeditado a la autorización de 1 (sí, uno) dirigente, en este caso, el sempiterno Armando Cavalieri.

Finalmente, el festejo del 20 de junio confirmó la postal del 25 de mayo: vallas, militarización y pulseritas para el ingreso a los festejos patrios por temor a los escraches a los que prolijamente el aparato comunicacional del gobierno estigmatiza como “grupos kichneristas que vienen a agredir”, los cuales ya han sido apaleados un rato como aperitivo de lo por venir.

No son pocos los que se asombran que últimamente todas las fuerzas de infantería que se despliegan en la calle para el control de estos actos (Policías, Gendarmería, etc.) lo hacen sin identificación, sin que ningún fiscal actúe de oficio, pese a los cientos de imágenes que al respecto se encuentran en las redes sociales.

La tormenta perfecta del emprolijamiento del aparato represivo, de achicamiento de los mecanismos formales de protesta de la clase trabajadora, de control del relato público sobre el eje binario “los que se fueron se chorearon todo y nos hicieron creer en una fiesta irreal y ahora hay que ordenar con sacrificio” (para lo cual la fortuna y/o las maniobras de inteligencia que hacen volar bolsas de dólares sobre muros de conventos ayudan extraordinariamente), culmina en la estrategia política de Cambiemos para la madre de todas las batallas: la elección en la provincia de Buenos Aires el año que viene. Y aquí es dónde talla la figura de Lilita Carrió.

Su mudanza a Exaltación de la Cruz, zona norte de la provincia de Buenos Aires, reconocida por la calidad en la crianza de caballos sangre pura de carrera, fue el primer paso de un minué que involucra también a la oposición de raíz peronista, y cuya matriz pareciera mucho mas cercana al craneo de figuras como Carlos Grosso o Enrique Nosiglia que al laboratorio de Duran Barba y Marcos Peña.

La cuenta sería así: Macri no tiene candidato para la provincia, por lo tanto, cualquier intención de generar el Insaurralde amarillo PRO corre el riesgo de hacer de la elección un plebiscito tanto de la gestión del Presidente como de la Gobernadora Vidal, quienes arriesgarían todo en una elección binaria (­como todo plebiscito)­ dónde la única garantía es el tercio duro del Macrismo frente a una atomización de la oposición.

Ahora bien, el riesgo de una oposición peronista que pueda oler la chance de ganar podría ordenar los planetas en una elección provincial que tiene muchos casilleros para facilitar acuerdos, puesto que la provincia elige Senadores y Diputados tanto nacionales como provinciales.

Así, la figura de Lilita es la única carta que tiene Macri para ir a una elección sin poner en riesgo todo su capital y el de Vidal, permitiéndole capitalizar mayoritariamente si se gana y licuando los costos de una pérdida electoral en una campaña dónde el natural personalismo de Lilita ayudaría a explicar la eventual derrota.

Vale decir que Carrió viene demostrando una enorme plasticidad para el acople a una estrategía política con el Presidente, dónde pone en juego constantemente su termómetro de ética institucional condenando las operaciones Angelici, siendo menos mordaz con los desvíos financieros de Grindetti y acompañando las explicaciones del propio Macri con los Panamá Papers.

Así Carrió se vuelve una candidata que puede explicar, acompañar y darle tono de épica republicana a los despidos en el sector público, la retracción del mercado interno y la represión de la protesta social, porque su centralidad va a estar dada en el “se robaron todo”. Irá acompañando su discurso progresivamente con la imputación de “son todos narcos” y quizás llegue al sumum de “manejan la plata negra de Francisco”.

Tal vez Carrió sueñe con enfrentar a CFK o a su hijo para darle mayor densidad histórica a la trágica colisión entre el “populismo narco chorro” y “la revolución de la alegría de los evasores y blanqueadores”, y a partir de su victoria encaminar la recuperación ética total de la República. El que no sueña y está lleno de preguntas es Sergio Massa, quien bascula entre cortarse sólo y llevarse el gran premio el 2019 o buscar una alianza comprensiva de todos los espacios de extracción peronista, incluso el kichnerismo blanco de figuras que van desde los intendentes que llegaron con el FPV, hasta el propio Randazzo.

No le escapa al actual diputado que una campaña con Carrió enfrente puede someterlo a un revisionismo histórico dificil como a la exaltación del dato sobre la proliferación de narcos con mansiones en Nordelta. Para tratar de entender las dudas que asaltan al tigrense hay saber tanto que se ha reunido a solas con Máximo Kirchner y que también ha operado sobre Hugo Moyano para que éste no profundice el enfrentamiento con Macri y no avance en el paro general que se caía de maduro luego del veto presidencial a la ley antidespidos “…aflojen y aguanten muchachos, ya arreglé con Macri que entrega la provincia el año que viene y ustedes se vienen conmigo…”, dicen que dijo Massa iluminando la mirada de varios dirigentes gremiales de peso que añoran bancas en el legislativo bonaerense.

Mientras tanto, el ajuste feroz de la economía que espera un salvador semestre que tarda en llegar le permite a Macri navegar cómodamente la llegada del invierno mas duro de los últimos años a caballo de la Copa América y las bóvedas en conventos. El que crea que Macri o lo que está tras él son unos improvisados, pecará de ingenuo. ¿A quién engaña el Presidente? ¿A Massa? ¿A Lilita? ¿O a los dos?