La mesa chica de la CGT volvió a avalar la reforma laboral y levantó el reclamo por Ganancias

Los integrantes de la mesa chica de la central obrera deliberaron durante varias horas en la sede nacional de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) que conduce Andrés Rodríguez y analizaron la posibilidad de convocar a una «urgente reunión» de consejo directivo para antes de fin de año y de publicar una solicitada de rechazo a las reformas previsional y fiscal y de defensa de lo actuado sobre lo laboral.

En ese encuentro, además de Rodríguez (estatales), participaron Héctor Daer (sanidad), Juan Carlos Schmid (dragado y balizamiento) Abel Frutos (panaderos), Omar Maturano (La Fraternidad) y Roberto Fernández (colectiveros), entre otros sindicalistas.

Los dirigentes de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) que lideran Schmid y Maturano rechazaron la reforma fiscal porque «no arbitró de ninguna manera los medios para dejar de castigar al trabajador con el impuesto al salario».

En ese sentido, las fuentes gremiales de los estratégicos sindicatos del transporte propusieron deliberar de forma urgente en un último encuentro de consejo directivo cegetista del año para proponer «la realización de alguna medida de protesta, acompañada por la central obrera, para frenar esa embestida brutal contra los sectores productivos y más vulnerables de la sociedad que, hasta ahora, no fueron contemplados».

La mesa chica obrera también discutió la posibilidad de publicar en los próximos días una solicitada en los medios nacionales para aclarar «las dudas y resquemores» de algunos sectores respecto de la actuación del triunvirato en las negociaciones oficiales.

Antes, el Congreso General Anual Ordinario de la CATT respaldó en un todo «la actuación del triunvirato» y condenó los ataques y embestidas de «la clase política y empresaria y del gobierno, que procuran las reformas para debilitar o abolir el movimiento obrero».

Además, los dirigentes sindicales analizaron la situación interna de la central obrera, marcada por el enfrentamiento ya evidente entre el llamado moyanismo (Pablo y Facundo Moyano y los gremios que lo acompañan) y el resto de los integrantes de conducción.

Las fuentes gremiales consultadas por Télam condenaron por «absurdo e imbécil» el afiche pegado en las principales calles y avenidas de la ciudad de Buenos Aires con la firma de la Asociación del Personal de los Organismos de Previsión Social (Apops) que conduce Leonardo Fabre y titulado en grandes letras rojas «CGT de la traición».

«¿Traición a quién? La CGT salvó de la embestida del gobierno el núcleo central de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) y no fue consultada ni convocada respecto de la reforma previsional. Habría que preguntarle a los senadores por qué negociaron y la aprobaron sin diálogo alguno con el movimiento obrero», señaló una de las espadas cegetistas.

Pablo Moyano continúa las conversaciones con la CTA de los Trabajadores de Hugo Yasky y su par Autónoma de Pablo Micheli, y también con los gremios que integran la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) del bancario Sergio Palazzo, férreos opositores a las políticas oficiales, los que reclaman la reanudación del Comité Central Confederal (CCC) de la CGT para aprobar la continuidad de un plan de lucha gremial.

La conducción cegetista defendió ante esas posturas «todo lo actuado en cuanto a la reforma laboral»; repudió las iniciativas fiscal y previsional y evaluará antes de fin de año una discusión «cara a cara» con quienes «critican» a espaldas del consejo directivo y violentan «la indispensable condición orgánica» que caracteriza al movimiento sindical.