La iglesia se mete en el debate de la reforma y advierte que «el trabajo no es una mercancía»

El nuevo titular de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, sostuvo que «el trabajo no es una mercancía» y que es «responsabilidad de toda la sociedad conservar los puestos de trabajo y que no se vulneren los derechos laborales», a propósito de la reforma laboral impulsada por el Gobierno.

Días después de ser elegido por sus pares para suceder a monseñor José María Arancedo al frente del Episcopado, Ojea brindó esta mañana una conferencia de prensa en la sede de la calle Suipacha, junto a los reelectos vicepresidente primero, cardenal Mario Poli, y secretario general, monseñor Carlos Malfa.

En esa oportunidad, el obispo de San Isidro fue consultado sobre las reformas que impulsa el Poder Ejecutivo, sobre todo en lo que atañe a la cuestión laboral.

«Según la Doctrina Social de la Iglesia, el trabajo no es una mercancía y hace a la dignidad de la persona; es un ordenador de la vida», indicó Ojea.

En ese marco, aseveró que «toda la sociedad es responsable de que se puedan conservar las fuentes de trabajo y que no se vulneren los derechos laborales».

«La Iglesia es muy sensible sobre esta cuestión y vamos a estar al lado de esta situación», adelantó el prelado.

Asimismo, Ojea dijo que «se necesitan crear fuentes de trabajo» y que los obispos están «muy preocupados con el avance de la tecnología, lo que genera pérdida de fuentes de trabajo».

«Confiamos en la inteligencia y la capacidad creativa de los argentinos para salir adelante de esta contradicción», concluyó y expresó que la Iglesia «está dispuesta a colaborar desde su posición».