La CGT pidió la liberación de Lula y convocó a marchar a la embajada de Brasil

El triunviro cegetista, Juan Carlos Schmid, encabezó ayer un acto en el que convocó a representantes y militantes de todos los gremios a exigir la libertad de ex Presidente del Brasil Ignacio Lula Da Silva, el primer sindicalista que llegó a la Presidencia de Brasil y que hace solo unas semana fue encarcelado injustamente por mandato del Poder Judicial del Brasil.

El portuario llamó, además, a sumarse a las marchas que se harán en todo el mundo a las representaciones diplomáticas de Brasil. Es que la CGT, adherida a la CSI, la central que reúne a todos los sindicatos del mundo, se sumó a movilizar a las representaciones diplomáticas brasileras en el mundo el próximo 23 de abril.

“Al igual que Perón, su pecado fue luchar por los derechos de los trabajadores” dijo Schmid al empezar su mensaje ante referentes de Aeronavegantes, Ladrilleros, Cerveceros, Guincheros, Marineros, Ceramistas, Portuarios, Municipales y militantes de organizaciones sociales.

«Han violado el derecho de tener un juicio Justo, han violado el derecho a la libertad», señaló el dirigente y añadió: «Lula es el político más popular y la persecución en su contra lo único que pretende es que pueda volver a ocupar la presidencia del Brasil».

El dirigente reclamó por «los derechos» del detenido expresidente y enfatizó que la realidad de Brasil debe ser «un llamado de atención para la población y los trabajadores».

Además, Schmid, también titular de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) expresó su solidaridad con el colectivero asesinado en la noche del domingo: «Nuestra solidaridad y nuestro compromiso con los compañeros y trabajadores del transporte, debido al asesinato de un hombre del transporte como consecuencia de la inseguridad que lamentablemente siempre afecta a los más pobres, porque los que tienen poder y los que tienen dinero, o viven en barrios vigilados o donde la policía se hace más presente. Claro, cuando se hacen presente en los barrios es solo para reprimir y no para proteger sus derechos y sus vidas».

«Queremos una política de seguridad, no pedimos bala, queremos poder ir a trabajar en paz, con seguridad, sabiendo que vamos a poder volver a nuestras casas», concluyó.