En un cambio de perfil, la CGT albergó un plenario del triunvirato de San Cayetano

En una decisión que parecía imposible en otros tiempos, la CGT le abrió las puertas del histórico edificio de Azopardo a la asamblea de delegados de la Economía Popular, conformada por integrantes de las organizaciones CTEP, CCC y Barrios de Pie.

Con Juan Carlos Schmid, el triunviro más proclive a sumar a las filas de la central sindical al triunvirato de San Cayetano, como anfitrión se avanzó en la organización de la «gran movilización del 7 de agosto».

No casualmente por la magnitud de la primera movilización que encararon las tres organizaciones sociales en conjunto, el 7 de agosto de 2016, desde los medios bautizaron a la alianza como el triunvirato de San Cayetano.

Schmid, en línea con la bajada que llega desde el viejo continente y que pregona especialmente el Papa Francisco, suele acercar a los «sin trabajo» (como les dicen muchos dirigentes gremiales) a la central obrera.

«Desesperadamente el campo popular tiene que aunar todos los esfuerzos, no importa en la vereda ideologica en la que estemos, tenemos que confrontar con toda nuestra energía, esperanzas y angustias», señaló el también titular de la CATT desde las redes sociales.

En el encuetro también se debatió la necesidad de buscar la promulgación de 5 leyes urgentes: la emergencia alimentaria; la de integración urbana; la de infraestructura social; la de agricultura familiar; y la ley de adicciones.