El 22 de agosto la CGT elegirá su nueva conducción

Los integrantes de la conducción de la central obrera, que encabeza el triunvirato conformado por Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña, deliberaron durante más de tres horas en la sede obrera de Azopardo al 800 y determinaron que el 22 de agosto próximo -a exactamente dos años de ungido el actual consejo directivo- se elegirá una nueva conducción con un único secretario general a su frente.

Antes, en aproximadamente dos semanas, el Salón Felipe Vallese de la central obrera será escenario del debate de un plenario nacional de secretarios generales que, según algunas versiones gremiales, otorgaría mandato al consejo directivo para determinar la fecha del Comité Central Confederal (CCC), el paso previo estatutario y previo para la realización posterior del Congreso de autoridades.

«Se congelaron y cajonearon las diferencias internas ante el nuevo embate del gobierno contra los trabajadores a partir de sus iniciativas de producir un ‘tarifazo’ y perjudicar a los trabajadores con la introducción de nuevos cambios laborales», dijeron voceros cegetistas.

En el encuentro de consejo directivo participaron todos los espacios sindicales que lo conforman -gordos, independientes, moyanistas y barrionuevistas- y también el dirigente camionero Omar Pérez, quien reemplazó a Pablo Moyano al frente del área Gremial.

La diferencia entre camioneros y metalúrgicos es esencial, ya que mientras los primeros no renunciaron a su cargo en el consejo directivo -Pérez reemplazó a Moyano-, los metalúrgicos sí lo hicieron, por lo que la silla de Francisco Gutiérrez en la estratégica Secretaría de Interior fue ocupada desde el 5 de abril último por Luis Cejas, una de las principales espadas del barrionuevismo y titular del sindicato de viajantes de comercio.

«A partir de mañana y, hasta el Congreso del 22 de agosto próximo, habrá una CGT movilizada, en la calle y rechazando de plano la política del tarifazo salvaje, de la reforma laboral y de la pretendida imposición paritaria del 15 por ciento», porque «no es la central obrera la que conduce el país sino el Poder Ejecutivo, que intenta de forma desesperada depositar sobre la central la carga de sus errores», afirmaron las fuentes.