Dial en crisis: Radio El Mundo y Rivadavia al borde de la extinción

En un complejo escenario para los medios de comunicación, las malas noticias se acumulan en la radiofonía argentina y ponen en la cuerda floja la continuidad de las radios Rivadavia y El Mundo, ambas decanas en el dial y cuya crisis pone en riesgo mas de 200 puestos de trabajo.

Respecto de Rivadavia, todo está en manos de la justicia, en especial del Juez que lleva la quiebra de la radio -Horacio Robledo- quien en estas horas recibió a una comitiva de los trabajadores del medio para escuchar las quejas de esto respecto de la pesima administración que llevan adelante la Sindicatura a cargo del proceso falencial, encabezada por Hector Spagnuilo y que, a juicio de los trabajadores, no hará mas que consolidar, mas temprano que tarde, la desaparición de la radio.

En El Mundo la situación es aún mas espesa ya que la radio vivió un «auge de inversiones» en instalaciones e incluso en programación hace poco mas de dos años atrás y que, a partir del resultado de las elecciones del 2015, se fueron evaporando el ímpetu de los inversionistas a punto tal que a la fecha ya no están cobrando los sueldos, con mora de mas de 2 meses y con promesas que son sistemáticamente incumplidas.


Ayer la situación tuvo un punto de inflexión cuando el dueño «registral» del medio -Eduardo Rodriguez Flores- llamó a la policía de la ciudad a fin de evitar el ingreso de los trabajadores a la sede de la radio en el barrio de Palermo e incluso algunos de los trabajadores que sí ingresaron denuncian que fueron «apretados» para que no saliera al aire nada de todo lo que estaba sucediendo en la radio y para que no se mencionara el tema de los atrasos salariales durante la emisión de la programación.


Consultadas fuentes de la actividad radial señalan que «Si se suma a esto la desaparición de América, la siempre compleja situación de Del Plata y la precariedad de los medios del Grupo Indalo (Radio 10), el panorama que surge es desolador y plantea un estrechamiento de voces que atenta contra la libertad de información».