De Cambiemos no se salvan ni las medialunas

Pese al énfasis con el cual Maria Eugenia Vidal había puesto en relanzar Mar del Plata al principio de la temporada, antes que se despida el verano y cómo consecuencia de una importante baja en el consumo de los veraneantes -a lo que se suma la especulación de un grupo de inversores- un ícono de la Ciudad Feliz está a punto de cerrar.

La Confitería Boston, un emblema junto a sus medialunas de todo turista marplatense, se encuentra atravesando una grave crisis que puede desembocar en su cierre.

Desde el Sindicato de Gastronómicos que representa a los trabajadores denuncian falta de pago de los salarios, situación que de no regularizarse la situación para este martes, el miércoles habrá paro de 24 horas en las sucursales de la ciudad.

La secretaria adjunta del gremio, Nancy Todoroff, aseguró al diario marplatense La Capital que “hace meses que existe un conflicto con el grupo australiano que se hizo cargo del negocio en 2016”.

Según indicó “hubo y hay demoras en los pagos, no tienen algunas herramientas y materias primas para producir los productos característicos del lugar”. “Tampoco se pagan las horas extras que el personal tiene que hacer para cubrir los cargos que quedaron vacantes tras larenuncia de algunos empleados que decidieron irse ante las nuevas condiciones laborales”, agregó.

La dirigente contó que algunos empleados llegan a trabajar 14 horas diarias, lo que implica una sobrecarga horaria para el personal.

“Desde que asumió este nuevo grupo empresario los pagos fueron irregulares, además de que los recibos lo realizan cada 15 días”, señaló Todoroff y agregó: “Cuando llegaron hicieron promesas de ampliación y exportación de la marca, pero nada de eso ocurrió”.

La secretaria adjunta también destacó que “nada de esto” había ocurrido con los dueños anteriores. De hecho, señaló que “siempre funcionó muy bien”, razón por la cual muchos empleados que llevaban tiempo trabajando ahí, se vieron sorprendidos con los cambios en la dinámica de trabajo una vez asumida la nueva administración y, ante la persistencia de una “situación precaria”, decidieron irse.