Casi con 86 años, la CGT va hacia la unidad con un triunvirato

La central obrera fue fundada el 27 de septiembre de 1930, a poco del golpe militar que desalojó al presidente constitucional, Hipólito Yrigoyen; la primera de las veces que las Fuerzas Armadas tomarían el poder a la fuerza, dejando a la Argentina un desgarrador saldo de detenidos, torturados, asesinados y desaparecidos.

Los primeros pasos de la central fueron impulsados por gremialistas socialistas, comunistas y combativos, siendo su primer secretario general Luis Cerrutti; según un primer padrón de la época la CGT representaba a casi 130.000 trabajadores.

No obstante, recién comenzó a funcionar orgánicamente como central obrera tiempo después, para empezar un recorrido de más de 80 años; en cualquier caso, la central que nuclea hoy a la casi totalidad de los sindicatos en la Argentina, varias veces se partió en dos y hasta en tres centrales obreras.

Ocurrió en 1935 cuando a causa de la división, nacen la CGT Independencia, de socialistas y comunistas; y la CGT Catamarca, que nucleaba a los más combativos.Tras un período de acercamientos y alejamientos, en 1942 vuelven a diferenciarse y surgen dos centrales.

Ambas CGT tienen en su ADN al socialismo, una de ellas dirigida por José Domenech y la otra por el municipal Francisco Pérez Lleirós. Este último contaba además con los gremios comunistas de la construcción y la carne, y con la Confederación General de Empleados de Comercio, conducida entonces por un dirigente que cobraría gran relevancia en los años del peronismo: Angel Borlenghi.

Los socialistas dominaron mayoritariamente el espectro sindical desde la fundación de la CGT, pero con la llegada del general Juan Domingo Perón a la secretaría de Trabajo y Previsión, los gremios se encolumnaron tras el hombre que comenzó a dignificar a los trabajadores, otorgándoles conquistas que antes no tenían.

El sindicalismo y los trabajadores gozaron por más de 10 años de una serie de reivindicaciones y beneficios que perduraron en el tiempo, hasta la dictadura implementada por la denominada Revolución Libertadora a partir de 1955.

Durante esos 10 años fueron secretarios generales los dirigentes Silverio Pontieri (Unión Ferroviaria-1945-1946); Luis Gay (Telefónicos-1946-1947); José Espejo (Alimentación-1947-1952); Eduardo Vuetich (Farmacia-1952-1955) y la primera expresión de un triunvirato: Andrés Framini (Textiles), Luis Natalini (Luz y Fuerza) y Dante Viel (UPCN) (1955-1955).

Con el sangriento golpe de 1955, se intervienen militarmente los sindicatos y la CGT, asumiendo el control el capitán Alberto Patrón Laplacette, durante el trienio 1955-1958. Con el retorno de las elecciones y proscripto el peronismo, asume la Presidencia Arturo Frondizi, quien designa como interventor civil en la central obrera a Osvaldo Tercuare.

En el período 1961-1963, se hace cargo de la CGT una dirección provisional integrada por Andrés Framini, Augusto Vandor; José Alonso; Juan Rachini; Arturo Stafolani, Héctor Riego Ribas; Manuel Carullas y Francisco Pérez Leirós, pero homogeneizado por el metalúrgico Augusto Timoteo «El Lobo» Vandor.

Con Vandor en las 62 Organizaciones (brazo político del sindicalismo peronista) fueron titulares de la CGT, José Alonso (Vestido-1963-1965); Fernando Donaires (Papeleros-1965-1966); Francisco Prado (Luz y Fuerza)-1966-1968).

Durante 1968 se produce una nueva división, donde quedan dos centrales obreras: la CGT-Azopardo a cargo del molinero Vicente Roqué y la CGT de los Argentinos liderada por el gremialista gráfico combativo, Raimundo Ongaro, fallecido a principios de agosto de este año.

En 1970 se convierte en titular de la CGT Azopardo, el metalúrgico José Ignacio Rucci, hasta su asesinato el 25 de septiembre de 1973, con lo que comienza un nuevo período de cortos mandatos: Adelino Romero (textiles-1973-1974) fallece en el cargo y es reemplazado temporalmente por Raúl Ravitti.

A este último dirigente de la Unión Ferroviaria, lo reemplaza Segundo Bienvenido Palma, de la Uocra (1974-75), quien también renuncia al cargo por razones de salud y termina asumiendo el textil Casildo Herreras, a quien la dictadura instaurada el 24 de marzo de 1976 encuentra en Uruguay.

Con la llegada del golpe militar de marzo del 76, la Junta Militar integrada por los genocidas Jorge Rafael Videla, Emilio Massera y Orlando Agosti, entre otros atropellos disuelve la CGT, que es intervenida militarmente entre 1976 y 1980.

Durante la sangrienta dictadura que causó miles de muertos y desaparecidos, la primera huelga la propició el 27 de abril de 1979 la Comisión Nacional de los 25, cuyos principales referentes eran Saúl Ubaldini (cerveceros); José Rodríguez (Smata); Ricardo Pérez (Camioneros); Osvaldo Borda (Caucho); Roberto Digón (Tabaco); Miguel Gazzera (fideeros), José Pedraza (ferroviarios), Ricardo De Luca (navales) y Roberto García (taxistas), entre otros.

El 30 de marzo de 1982 -tres días antes del intento militar para recuperar las Islas Mavinas- se lleva a cabo una gigantesca movilización política sindical a la Plaza de Mayo contra el gobierno de Leopoldo Fortunato Galtieri, que fue duramente reprimida, con cientos de detenidos.

Tras la derrota militar en Malvinas, se fortalece la oposición sindical, pero vuelve a aparecer la división y quedan formalizadas dos CGT: Brasil (por la calle donde funcionaba) y la CGT Comisión Nacional del Trabajo, encabezada por Jorge Triaca (Plásticos), que representaba al sector «dialoguista».

Con la llegada de la democracia en 1984 y Raúl Alfonsín en la presidencia, ante el intento gubernamental de modificar la legislación sindical -iniciativa que se frustra en el Senado- las relaciones con la CGT, encabezada por Ubaldini, fueron de permanente conflicto, al punto que el gobierno radical sufrió 13 paros nacionales.

Con la llegada en 1989 de Carlos Menem al Gobierno, comienza un proceso para desgastar la figura de Ubaldini y se realiza un Congreso de la CGT para renovar a la conducción y donde se presentan dos listas; una encabezada por el cervecero y otra por el mercantil Guerino Andreoni, que vuelven a dejar partida a la CGT.

Tres años después se lleva a cabo un Congreso Unificador que determina la elección de un quinteto de secretarios generales al frente de la CGT, compuesto por Oscar Lescano (Luz y Fuerza); José Rodríguez (Smata); José Pedraza (Unión Ferroviaria); Aníbal Martínez (UOM) y Ramón Baldassini (Correos).

Posteriormente fueron titulares de la CGT, Naldo Brunelli (1993-1994); Antonio Cassia (Petroleros); Gerardo Martínez (Uocra); y Rodolfo Daer (Alimentación). En esa época, Hugo Moyano y el colectivero Juan Manuel Palacios se escinden de la CGT y forman el Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA).

En 2002 se hace cargo de la CGT un triunvirato integrado por Moyano; Susana Rueda (Sanidad) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), pero a partir de 2003 queda a cargo Moyano hasta 2008.

Con la muerte de Néstor Kirchner y la llegada de Cristina Fernández a la Presidencia, en el período 2012-2016, se dividen por triplicado: CGT, Alsina encabezada por Antonio Caló (kirchneristas); Azopardo con Moyano (enfrentado a Cristina) y la Azul y Blanca con Luis Barrionuevo, quien luego coincidiría varias veces con el líder camionero.

Hoy comenzará un nuevo capítulo en la CGT, con un gobierno no peronista (el de Mauricio Macri), después de quince años de permanencia en el poder. Con una preocupante situación económica y social que enfrentar, sumado a las demandas de las corrientes que no se sumarán a la reunificación, que vienen clamando por medidas de acción directa, da cuenta del desafío.