Cabernet Gate

(por pablo cano) Luego de la algarada post-discurso de Macri en el CCK y la presentación de los proyectos de la fase 2 del gobierno de CAMBIEMOS, la conducción de la CGT -mostrando una vez más su intenso proceso de combustión interna y su falta de reflejos- está quedando expuesta a mostrar su incapacidad de capturar un rol que la propia escenografía montada por el Gobierno y su sistema comunicacional le ofrece…aunque vale decirlo, le ofrece el rol y el guión sin margen para la improvisación y somete a los barones de la calle Azopardo a un disciplinamiento ipso facto sobre el cual el resto del movimiento obrero y -sobre todo- sus bases, esperan el gesto de rebeldía.

Parece que el día ha llegado, pero como suele sucederle últimamente a la conducción cegetista, al estar tan a la defensiva de la agenda sólo pueden aspirar a un empate en el caso de la máxima tensión posible y ninguno de los observadores ve en el corto/mediano plazo algún gesto compatible con el sacar los pies del plato que el oficialismo le ofrece en fina porcelana amarilla.

Casi cómo un espejo perverso, se nota al Triunvirato queriendo ser lo que Pichetto es al sistema corporativo que Cambiemos viene recreando en el Parlamento. Sin embargo, la legitimación de Pichetto tiene plazo y sustento constitucional (y ni un sólo voto en sus pagos) mientras que la de la CGT siempre se legitimó en la cotidiana defensa de los laburantes y en el acompañamiento de éstos a su conducción. Ésta legitimación fue quebrada, por lo menos en lo que respecta al Triunvirato, el famoso día del atril y nada ha sucedido desde entonces que permita vislumbrar un quiebre en esa tendencia.

Ahora, frente a la enervante reforma laboral propuesta por el Presidente Macri, su primera reacción fue asistir al minué de las fotos y el «vamos dialogando» que les ofreció el hábil ejecutor del enrosque -el Ministro Triaca- y recién en las últimas horas la «prudente» CGT empieza a endurecer su discurso. Parece tarde y sólo cuentan con un gobierno timorato empoderado en votos y relato como chance de no quedar pegados a un fuerte retroceso en los derechos de los trabajadores ya que, salvo la licencia por paternidad, TODO EL RESTO DE LAS REFORMAS DE LA LCT SON A LA BAJA.

Y la historia urgente y aquellos que por los márgenes vienen masticando -desde distintos ángulos- el recambio en conducción y modos del movimiento obrero- tendrán un elemento de lujo para meter el dedo en la llaga: El lobby del vino/champagne le torció el brazo a Macri y lo hizo ir para atrás con los impuestos…tendrán Schmid, Acuña y Daer menos firmeza que aquellos que defendieron la libertad impositiva del cabernet?