«Acá no hay ningún Vaca Muerta»

«Firmamos un acuerdo con las terminales automotrices y con el Gobierno, basado en la ley del autopartismo y para llevar la producción anual de automóviles a un millón de unidades», sostuvo Ricardo Pignanelli para explicar el acuerdo al que llegó el sector y que se presentó en La Rosada.

Para concretar el acuerdo automotriz, el gremialista explicó que «la inversión que tienen que hacer las empresas y seguramente el Gobierno, porque se comprometió a analizar el costo impositivo de los vehículos, va a llegar a los 5.000 millones de dólares en un proyecto que va desde 2017 hasta 2023».

Tras señalar que la iniciativa va a tener una «gran incidencia y va a fortalecer el mercado autopartista», anticipó que «el objetivo es tratar de llegar a rápidamente a que los vehículos tengan un 35% de contenido nacional y puede generar casi 200.000 puestos de trabajo».

Ante una consulta acerca de que le respondería a aquellos que señalan que el acuerdo es un flexibilizar, Pignanelli indicó que «es una convergencia productiva y en ningún lugar del acuerdo figura que SMATA tiene que rediscutir el Convenio Colectivo de Trabajo».

«Los convenios colectivos nuestros en su gran mayoría, por no decir todos, son convenios del siglo 21, porque el recambio de la industria se inició a partir de 1990 y después cayó en 1998, y nuevamente en 2003 durante el gobierno de Néstor Kirchner, donde se reactivó el mercado, rediscutimos todos los convenios y los adaptamos a la tecnología que teníamos y las nuevas modalidades de trabajo», añadió.

Pignanelli subrayó luego que «lo único que tiene que hacer SMATA es tratar de ayudar a ordenar, porque cuando se cae la producción nacional se desordenan las líneas y ordenando la producción seguramente vamos a llegar rápidamente a volúmenes que son históricos en la industria en los últimos años, con entre 700.000 y 840.000 unidades».

En ese sentido el dirigente mecánico explicó que «cuando traigan la tecnología para llegar al millón de unidades, tendremos que hacer revisiones porque las nuevas tecnologías exigen dinamismo en lo que son las líneas de producción, pero eso lo hacemos continuamente porque seguimos puntualmente los sistemas productivos».

Pignanelli reflexionó que «acá no hay ningún Vaca Muerta como algunos equivocadamente esbozan y sin tener conocimiento de causa. Nosotros sabemos que son momentos electorales porque los vivimos, pero tenemos como eje fundamental la organización gremial, velar por los puestos de trabajo y la posibilidad que nos dan los puestos de trabajo para mejorar la calidad de vida de los compañeros y las familias».

Ante una pregunta sobre lo que cobra un trabajador de Volkswagen que se encuentra suspendido, el dirigente gremial afirmó que «el 75% y eso significa un salario de entre $ 16.000 y $ 25.000, según la categoría en que revisten los compañeros licenciados».

También admitió el licenciamiento de 150 trabajadores en la empresa General Motors de Rosario y señaló que «el acuerdo nos va a posibilitar tratar de recuperar a algunos compañeros de ese licenciamiento que están en la calle».

El dirigente agregó que «el deber de los sindicalistas más allá de llegar a un cargo político porque cada uno tiene su corazoncito, además de participar es velar por los puestos laborales y por la integridad de su gremio».

Luego de defender «la sustentabilidad de la industria automotriz», Pignanelli se manifestó partidario que «el Estado baje el 54% de costo impositivo que tiene cada vehículo, tal como esbozó hoy el presidente Macri».

Finalmente criticó a aquellos que señalan que para competir económicamente «debemos tener sueldos baratos».

«Los sueldos pasan por el costo de vida, por lo que necesita un trabajador para mantener su familia. Un trabajador para estar tranquilo tiene que salir de su casa tranquilo, sabiendo que su familia tiene la comida y la educación asegurada a través de la contención de su salario», precisó Pignanelli.